EN EL FESTIVAL PLATENSE



La Plata es aquella ciudad en la que nadie es local. Ni aunque lo elijan Intendente. Así que luego del stress rosarino era obligatoria la vuelta por el Centro Cultural Islas Malvinas. Era el lanzamiento del 3º FESAALP y la película se proyectaba en el marco de La Plata Filma, invitada fuera de competencia.

La gente del FESAALP son militantes todo terreno. Corren toda la cancha y pasan de la remerita merchandaising al saco y vestido para el acto de apertura. Marcos Rodríguez alguna vez fue programador del Centro Cultural, én su etapa mas exitosa, así que en su rol de invitado estaba mas que relajado. Agustín Aguirre, jefe de producción que atravezó la llamarada hasta el final de la película estaba allí en compañía. También, otra vez, Gustavo Alonso y Alejandro Encinas.
Federico Ambrosis, crítico de cine y programador del Festival de Artes Audiovisuales, lució para la foto con Marcos Rodríguez.
Luego comenzarían los discursos, inlcuído algún malentendido entre quienes sienten que la película les pertenece por ósmosis.
Después el brindis. Allí estaba Carlos Vallina, como un gran padrino (el de la película o el del Conurbano) en versión académica. Alonso y Rodríguez se acodaron junto a él y hablaron un poco de todo. La fresquísima María Ibarlín, directora de Cultura platense se acercó luego de un discurso que iba dirigido a alguien que no se sabe quien sería. Pero seguro que a alguien le pegó en el pecho con sus palabras.
A lo largo de los días se acercaron Héctor Ostofsky y Tato DeGaetano, actores de LOS CHICOS DESAPARECEN, que ahora mismo coinciden en otro largometraje. También Vivi Serafini, la mujer detrás del concepto visual de la película.
Es curioso como la película comienza a andar sola. Como desprendida de todos, pero no tanto. Allá va Rodríguez a hablar con el público.
Comienza a oscurecer. Como en el cine.
Salute para todos y a la barra a pensar.